Las mujeres tenemos un vínculo muy cercano hacía nuestro grupo de amigas, por eso, cuando a medida que pasa el tiempo cada una se va independizando y comienza una relación con una persona, las amigas añoran los tiempos pasados y prefieren que su amiga vuelva a estar sola.
Es habitual que las amigas sientan recelo, en un primer momento, hacia las parejas de sus amigas porque no quieren que dañen a su amiga, y prefieren desconfiar de esa persona, que está ocupando el tiempo y lugar que ocupaba ella.
En este tipo de situaciones, se debe ceder y aprender por ambos lugares, tanto la amiga que se siente dolida como la amiga que está con una persona. Por un lado, la persona que comienza una relación con una persona, debe seguir viendo y seguir compartiendo momentos con sus amigas, ya que no puede olvidar esa parte importante de su vida. Y por otro lado, la amiga debe entender que su amiga sólo quiere ser feliz y que no por ello va a dejarla de lado.
Cuando ambas partes entienden todo eso, entonces las rencillas y los malos momentos se olvidan para comenzar a valorar que tenemos la suerte de compartir momentos especiales con personas únicas; tu novio y tus amigas y para ser feliz no hay que prescindir de ninguna de las dos cosas.
Las amigas, deben compartir momentos únicos entre ellas y deben entender que nunca son competencia para un novio y ni mucho menos deben competir con él.
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