Una persona que vive en sola tiene indudables ventajas, como disfrutar de la libertad de ser responsable sólo de sí misma, ir descubriendo su propio universo personal y poder dirigir su vida hacia dónde más le apetezca o prefiera.
Otras virtudes de la soltería son el poder improvisar a cada instante y dar un giro a la vida en cualquier momento, decorar la casa según el gusto propio o poder vivir nuevas experiencias. No obstante, hay muchas personas que desean abandonar su situación de sin pareja, y compartir su vida con alguien.
La gran aventura de las citas
La incursión en el mundo de las citas puede ser una experiencia tan estimulante como divertida. Puedes descubrir a esa persona tan especial, que puede cambiar e iluminar tu vida.
Puedes acordar encuentros con varias personas diferentes, para decidir después con cuál de ellas quieres tener una relación y con cuáles prefieres iniciar una amistad. De hecho, muchas personas que viven solas comprueban cómo sus relaciones se van multiplicando de manera natural, debido a que cuando vivían en pareja se prodigaban menos con los demás.
Reglas para el primer round
Cuando asistas por primera vea a un encuentro con una persona desconocida, elije temas de conversación sencillos, evitando los temas demasiado íntimos, o espinosos, como la política o la religión. A menos que tengas una actividad especialmente llamativa o interesante, no hace falta que menciones demasiados detalles de tu vida. Tampoco te centres en tus problemas o conflictos. Y además evita en lo posible hablar a cada rato de tu ex: es un claro síntoma de que aún no has pasado página a tu ruptura, separación o divorcio.
Recupera la iniciativa
Si descubres que alguien te cae bien dentro de un grupo de personas, da el primer paso y pídele el número de teléfono para volver a veros en solitario, con un plan determinado, que no implique un contacto personal demasiado largo ni estrecho: por ejemplo tomar un café para después ir a una exposición. La gente suele recibir bien las ofertas de las personas decididas, siempre que sean razonables.
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